Las células normales de nuestro cuerpo tienen tareas y funciones específicas. Por ejemplo, las células intestinales absorben los minerales y nutrientes de los alimentos, los glóbulos rojos transportan el oxígeno y los glóbulos blancos combaten las infecciones virales y bacterianas. Normalmente, las células dejan de crecer y dividirse cuando envejecen, y mueren si sufren daños […]
Las células normales de nuestro cuerpo tienen tareas y funciones específicas. Por ejemplo, las células intestinales absorben los minerales y nutrientes de los alimentos, los glóbulos rojos transportan el oxígeno y los glóbulos blancos combaten las infecciones virales y bacterianas. Normalmente, las células dejan de crecer y dividirse cuando envejecen, y mueren si sufren daños importantes. En contraste, las células cancerígenas no funcionan normalmente porque siguen dividiéndose y multiplicándose sin control y no mueren cuando se supone que debieran hacerlo.
Todas las células contienen genes, que son el código que les indica qué tienen que hacer. Cuando los genes de una célula están alterados, puede aparecer el cáncer. Algunas de estas alteraciones son hereditarias (es decir, pasan de padres a hijos), mientras que otras se deben a la exposición a ciertos factores de riesgo como toxinas, humo del tabaco, radón y asbesto. Cuando estas mutaciones de los genes hacen que las células se multipliquen sin control, puede llegar a formarse una masa de tejido canceroso llamada tumor.
Además, se pueden extender a la sangre o invadir el sistema linfático. Cuando las células cancerosas se diseminan por cualquiera de estas vías son capaces de formar metástasis (es decir, llegar a otros órganos y formar tumores nuevos).
Algunos lugares donde suelen formarse metástasis del cáncer de pulmón son el cerebro, los huesos, las glándulas suprarrenales (unas glándulas endocrinas que segregan hormonas) y el hígado.
FACTORES DE RIESGO PARA EL CÁNCER DE PULMÓN
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades que tiene una persona de tener una enfermedad como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden cambiar.
Pero tener uno o incluso varios factores de riesgo no significa que usted padecerá la enfermedad. Además, algunas personas que padecen la enfermedad puede que hayan tenido pocos o ninguno de los factores de riesgo conocidos.